Se sabe que Jorge Luis Borges no era lo que se dice un amante del fútbol. Tanto es así que, a la misma hora en que Argentina debutaba en el Mundial 78, al escritor se le dio por dictar un conferencia en Buenos Aires sobre la inmortalidad. Casualidad o no, el sábado próximo Borges volverá a marcar su excéntrica distancia con el fútbol en el partido inaugural de la selección en Sudáfrica. Esta vez, mientras a partir de las 11 los jugadores pongan al borde del infarto a miles de rosarinos, habrá otros —bastante menos— que permanecerán totalmente prescindentes de esa pasión popular y seguirán absortos ante la obra borgeana.
En "El fútbol a sol y sombra", el escritor uruguayo Eduardo Galeano se pregunta: "¿En qué se parece el fútbol a Dios? En la devoción que le tienen muchos creyentes y en la desconfianza que le tienen muchos intelectuales".
Esa frase le da pie para recordar cómo se burlaba Rudyard Kipling del fútbol ("y de las almas pequeñas que pueden ser saciadas por los embarrados idiotas que lo juegan") y el modo "más sutil" que encontró Borges en Buenos Aires para expresar su sentimiento hacia el mismo deporte.
Cuenta Galeano que Borges "dictó una conferencia sobre el tema de la inmortalidad el mismo día, y a la misma hora, en que la selección argentina estaba disputando su primer partido en el Mundial 78".
Lo curioso es que 32 años después y esta vez en Rosario, a la exacta hora en que miles y miles de personas se encontrarán atornilladas frente al televisor para ver el partido inaugural de la selección, en la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (Ucel) una película de culto guionada por Borges y Jorge Bioy Casares hará de cierre de la Jornada Borges/Tolkien.
María Kodama, Rolando Costa-Picazo, Martín Hadis, figurarán entre los invitados especiales a la jornada, que comenzará el viernes en la sede de la Ucel (Pellegrini 1332) y terminará el sábado al mediodía (ver aparte).
"La coincidencia de fecha ni se nos pasó por la cabeza", afirmó muy divertida al advertirla la directora de la licenciatura en lengua y literatura inglesas de la Ucel y una de las organizadoras del encuentro, Silvia Rivero. Es más: confió en que "el amor por Borges y Tolkien va a poder" con el partido. Al menos en ese auditorio.
Está claro. Que el fútbol sea popular tampoco quiere decir que deba gustarle a todo el mundo.
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