de Eleonora Valentini

de Eleonora Valentini

BIENVENIDOS A BORDO

Bienvenido a mi universo interior para quien encuentre en él un pedacito del suyo.


Me deleita desear el mejor viento solar. En este saludar late un venerar a la pulsión de poesía que arde en el viento del sol y un mensaje de fuerza, energía e infinita esperanza.


"Que el viento solar sople siempre en tu camino"

lunes, 28 de febrero de 2011

Una mujer para quien el amor es todo


Es imposible entender
lo que pasa en el corazón de un hombre,
me dijiste que me querias
y ahora que lo doy todo me decis que te vas.


Dijiste que era la primera vez
que sentias de esa manera,
dijiste que yo era especial...
yo lo creí, y era mi felicidad.


Debiste haberme dicho
que tus sentimientos se habian marchitado,
no tenia idea 
y continué dependiendo de ti.

Aunque diga que ahora te odio
yo seguiré extrañándote,
porque soy una mujer
para quien el amor es todo.


Dicen que cuando le das  
a un hombre todo lo que necesita se aburre rapidamente, y ahora sé que eso es verdad

Qué importante es saber bailar bajo la lluvia…


Era una mañana agitada, eran las 8:30, cuando un señor mayor de unos 80 años, llegó al hospital para que le sacaran los puntos de su pulgar. El señor dijo que estaba apurado y que tenía una cita a las 9:00 am.
Comprobé sus señales vitales y le pedí que tomara asiento, sabiendo que quizás pasaría más de una hora antes de que alguien pudiera atenderlo. Lo ví mirando su reloj y decidí, que ya que no estaba ocupado con otro paciente, podría examinar su herida. Durante el examen, comprobé que estaba curado, entonces le pedí a uno de los doctores, algunos elementos para quitarle las suturas y curar su herida.
Mientras le realizaba las curaciones, le pregunté si tenía una cita con otro médico esa mañana, ya que lo veía tan apurado.
El señor me dijo que no, que necesitaba ir al geríatrico para desayunar con su esposa. Le pregunté sobre la salud de ella.
El me respondió que ella hacía tiempo que estaba allí ya que padecía de Alzheimer.
Le pregunté si ella se enfadaría si llegaba un poco tarde.
Me respondió que hacia tiempo que ella no sabía quien era él, que hacía cinco años que ella no podía ya reconocerlo.
Me sorprendió, y entonces le pregunté, ‘Y usted sigue yendo cada mañana, aun cuando ella no sabe quien es usted?
El sonrió y me acarició la mano: ‘Ella no sabe quien soy, pero yo aún se quien es ella.
Se me erizó la piel, y tuve que contener las lágrimas mientras él se iba, y pensé: ‘Ese es el tipo de Amor que quiero en mi Vida.
El Amor Verdadero no es físico, ni romántico.  EL AMOR VERDADERO ES LA ACEPTACIÓN de todo lo que es, ha sido, será y no será. La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo; ellos sólo hacen todo, lo mejor que pueden.
“La vida no es saber superar las tempestades, sino aprender a bailar bajo la lluvia”

sábado, 12 de febrero de 2011

Tristeza



Cuando por las mañanas amanece gris, mi corazón se mimetiza al ritmo del color y es terrible.
Permanece triste por la añoranza, por el deseo, por un anhelo de verlo transparente cuando yo pudiese sonreír y darle a la vida otro color, matizarle otro sentido.
En las calles de sol hay sonrisas y alegrías, y si camino entre ellos, ni siquiera soy percibida. ¿Que necesito para poder integrarme? ¿De qué depende para que alguien me mire, para que alguien me ame, para que me hagan suya? Aún cuando el cielo o el mar parezcan rojos, aún cuando en las hojas de los árboles los insectos guarden silencio a mi paso, aun asi resisto...lo trato, lo debo. No podemos vencernos ante un mundo que brilla y queremos opacar por momentos.
Si no hay manera de poder cantar como canta el viento, entonces lo escucho, y formo un sonido, emulo un silbido que suene en mi interior, si no hay manera de poder volar con alas por mi misma, entonces miro al cielo y lo veo firmemente desde el suelo en que estoy y siento que no me desprendo de el, dejo que me envuelvan los azules que tienen en mi, percibiéndolo más cerca. Así, con todo, salgo triunfante, cumplo con no sacar una lágrima al viento, mas siento que puedo menos cuando no emulo nada.
Ante la vacuidad no puedo, formo una alianza porque no puedo ser contraparte, porque ni siquiera puedo lograr hacer volver a mi mas ansiado y querido momento... ¿Cómo luchar por perseguir algo en vano? ¿Cómo sentir que voy marcando el mismo latido de corazón que otro ? Luchar por tristezas es sano, es válido si como humanos generamos una defensa contra el dolor, sacar tristezas alivia, te deja mas ligero si depuras tu alma aún cuando el color sea oscuro, mas luchar con la mente, con recuerdos, con fantasmas, ¡qué difícil!.
Incluye tristezas pero hay sentires que remontas desde esos ayeres. ¡Cómo vuelven los dolores cuando aparecen los fantasmas!, cuando evocas esos sonidos aunados con olores, una música, una melodía, una canción y una palabra...caminar en un paisaje por demás familiar donde alguna vez sonreíste y ahora lo enlutas en silencio. Actitudes y modismos que te acostumbraste a seguir porque nacían de ti en ese tiempo y en ese espacio y sentías que en verdad amabas, y brincabas, y soñabas y cantabas y gritabas y gozabas como nadie sin igual.
Increíble que hicieras maravillas por todo o por nada, y te ensoñaras tan sólo por una o dos palabras pronunciadas...no era necesario decir más. Hay tristezas del pasado, tristezas del presente y las que siento por aquellas que serán a partir de éste momento y que no puedo siquiera imaginar. En los tiempos de hoy, las casas abandonadas reclaman sus misterios y es cuando los sentires se posan ahí sin que podamos sacarlos. ¿Alguien que luche contra ello? ¿Que alivie el temor a recordar?
Cuando renace el día se escuchan los nuevos momentos, las nuevas fuerzas... ¿Y las tristezas?, ya tuvieron su tiempo me respondo a mi misma. Vengan tristezas que serán de mi mañana gris, que formarán un futuro sin fin y que lograrán que las vea derribadas si en algún momento sonrío y me siento feliz. Al cabo ellas ya tendrán su paz y mi mente divagará, buscará formas en otros trazos y como la hierba que crece donde en cierto lugar hubo camino, cubre así, de manera protegida y suave lo que en algún momento era automático de evocar; es mi única defensa y es mi único momento inundándolo en un profundo suspiro cuando miro a ese cielo en el que mimetizo mi corazón cada vez que siento que mi esperanza agoniza...

miércoles, 9 de febrero de 2011

Refutación del regreso

  "... Quien dice que no hay querencia
    que le pregunte a la ausencia..."
        (Por el camino, 
José González Castillo).

    No hay sueño más grande en la vida que el Sueño del Regreso. El mejor camino es el camino de vuelta, que es también el camino imposible. Los Hombres Sensibles de Flores, en sus nocturnas recorridas por las calles del barrio, planeaban volver. Ilustracion de Carlos Nine
    Volver a cualquier parte.
    A la adolescencia, para reencontrarse con los amores viejos.
    A la infancia, para recobrar las bolitas perdidas.
    A la primera novia, para jurarle que no ha sido olvidada.
    A la escuela, para sentir ese olor a sudor y tiza que no se encuentra en ninguna otra parte.
    Volver fue para ellos la aventura prohibida. Cada noche soñaban con patios queridos y cariños ausentes. Y cada mañana despertaban llorando desengañados y revolvían la cama para ver si algún pedazo de sueño se había quedado enganchado entre las cobijas.
    A pesar de todo, los muchachos de Flores habían aprendido a disfrutar de los regresos modestos y cada tanto visitaban antiguas pizzerías, veían peliculas de Paul Muni, cantaban el vals Penas que Matan  o examinaban fotos amarillentas en la pieza de Manuel Mandeb.
    Desde luego, los Refutadores de Leyendas se burlaban de todo esto.
    - ¡Saluden a los nuevos tiempos!  -gritaban-. El mundo marcha hacia adelante.
    La comparsa racionalista acusaba a los Hombres Sensibles de retrógrados y conservadores. Tal vez tenían algo de razon: Mandeb y sus amigos andaban siempre por los mismos lugares, contaban miles de veces las mismas anécdotas y se divertían robando nísperos siempre en la misma casa.
    - Marchan ustedes a contramano de la historia  -rugían los Refutadores. Y era cierto. Pero siempre es recomendable recorrer la vida a contramano, sobre todo si uno sospecha quien ha puesto las flechas del tránsito.
    En los años dorados del barrio del Angel Gris, funcionaba en la calle Gavilán la agencia Todo para el Regreso. Esta empresa organizaba unos viajes y peregrinaciones cuyo atractivo principal estaba en la vuelta. Por cierto, solían elegir lugares horrorosos, con alojamientos míseros y comidas inmundas, precisamente para acrecentar el deseo de volver cuanto antes.
    Pero el mayor éxito se obtuvo con el Servicio de Recuperación de Vecinos. La agencia se ocupaba de localizar y entrevistar a pobladores antiguos, alejados del barrio por las perversas mudanzas. Por un precio razonable se les ofrecía una fiesta callejera en su viejo vecindario, con la presencia de todos los personajes de la zona. El servicio incluía la entrega de un pergamino, palabras alusivas a cargo de empleados de la empresa y llegado el caso, indumentaria apropiada para que el vecino emigrante pudiera fingir opulencia si lo deseaba.
    Existía -además- un plan superior que contemplaba la reinstalación lisa y llana del vecino perdido en su antigua residencia. Desde luego, los costos eran grandes y no resultaba sencillo vencer las dificultades que se presentaban: desalojo del nuevo ocupante de la finca, abolición de las eventuales reformas, rescate de los muebles originales y restauración del exacto grado de higiene en que acostumbraban vivir el cliente y su familia. Para cumplir con esta ultima pretención, a veces había que limpiar y otras veces era necesario juntar mugre.
    En realidad, hay que confesar que durante todo el tiempo que funcionó el Servicio de Recuperación de Vecinos, solamente una vez se concretó el plan superior. Fue el famoso regreso de la familia del ingeniero Vaccari a su casa de la calle Bolivia Este servicio fue solventado por los amigos del poeta Jorge Allen, despues de más de un año de colectas, rifas, préstamos a interés y timbas a beneficio.
    No es que a nadie le importara gran cosa del ingeniero Vaccari. Pero Jorge Allen estaba enamorado de Leonor, la mayor de sus hijas y no estaba seguro de poder seducirla en Bancalari.
    La historia no tuvo un final feliz. Leonor rechazó tercamente a Jorge Allen y se entreveró con un carnicero que venía a rondarla precisamente desde Bancalari. Allí mismo se fueron a vivir cuando se casaron, un año después. El resto de la familia Vaccari acabó mudándose más tarde a San Miguel, barrio del que no fueron rescatados jamás.
    El ruso Salzman, legendario jugador de dados, también supo hacer un negocio parecido. Sin la intervención de la agencia, se decidió a comprar la casa de su infancia, ocupada desde hacia años por perfectos desconocidos.
    En semejante patriada, el ruso gastó la memorable ganancia de una noche gloriosa en el casino de Mar del Plata.
    Una vez instalado, comprendió que la inversión habia sido inútil.
    - He recuperado mi casa  -dijo-. Pero la infancia, no.
    Catorce años después de haber egresado como bachiller, Manuel Mandeb volvió a inscribirse en el Colegio Nacional Nicolás Avellaneda.
    El polígrafo de Flores estaba entusiasmado con la ida y propuso a sus antiguos compañeros que hicieran lo mismo, para repetir la época más feliz de sus vidas. No tuvo mucha suerte: Avila, Capel, Carrasco, Cichoworsky, Donath, Frascarelli, Frezza... Por orden alfabético todos se fueron negando y presentando sólidos pretextos. El trabajo, la familia, la distancia, el dinero. De algún modo misterioso aquellos atorrantes habían contraído la responsabilidad.
    Manuel Mandeb no se achicó y comenzó las clases.
    Y el primer día trató de reproducir episodios divertidos que habían ocurrido antes, pero las cosas no eran iguales. Sus nuevos compañeros eran bastante chitrulos y se resistían a secundarlo en sus travesuras, no le llamaban El Turco sino El Abuelo. Para peor, algunos profesores creían recordarlo vagamente y no sabían si confundirlo con su hijo o con su padre.
    Logró -eso sí- algunas buenas notas y hasta quince amonestaciones. Un día, el jefe de celadores descubrió la verdad.
    - No crea que no lo he reconocido, señor Mandeb. Este es otro de sus inventos. Yo pensé que el titulo de bachiller iba a servirle de escarmiento, pero veo que no es así. Usted es de los que siguen jorobando hasta después de muertos.
    Mandeb contestó llorando:
    - Usted es el único que me ha comprendido. Gracias.
    - Cállese la boca, señor  
-gritó el jefe de celadores-. Vuelva a clase.
    El pensador de Flores fue expulsado poco después. Pero a pesar de su fracaso, la segunda inscripción es una maniobra que merece ser estudiada por los melancólicos cabales. Sostengo que con el apoyo de sus viejos condiscípulos, la experiencia de Mandeb hubiera sido emocionante.
    La agencia Todo para el Regreso se fundió por falta de clientes. En un último esfuerzo, sus dueños ofrecieron servicios économicos. Eran retornos fingidos, vueltas sin ida, reencuentros sin ausencia. El interesado podía simular su viaje al Africa. La empresa se encargaba del recibimiento, los abrazos y las lágrimas. El éxito fue nulo. Por esos días, Manuel Mandeb escribió su oscuro ensayoNunca se Vuelve. Leamos algunos párrafos:
     "No es posible regresar a ninguna parte. Los puntos de partida no se quedan quietos y a la vuelta ya no están. Para poder volver se necesita, por empezar, un punto de partida eterno e inmutable. Pero todo se mueve y no hay forma de detener el Universo. Créanme si les digo que nadie ha efectuado nunca jámas un verdadero regreso. El hombre que lo consiga cumplirá la hazaña más grande de la historia."
     La idea de no bañarse dos veces en el mismo río no constituye ninguna novedad filosófica. Pero adviértase que Mandeb deseaba en verdad volver a bañarse. Esta fue su mayor obsesión y siempre lamento amargamente no poder remontar los tiempos.
    Los Refutadores de Leyendas se alegran de la dinámica universal y esperan el futuro con impaciencia. Desean liberarse del pasado, romper las cadenas. Pero si esto encierra la idea de libertad, hay que reconocer que Manuel Mandeb fue mucho más lejos:
    "¿Por qué no puede uno estar en varios lugares al mismo tiempo? ¿Qué es esto de no poder volver al pasado ni visitar el futuro? ¿Por qué no es posible extraer de las premisas de la razón las consecuencias que a uno se le antojen?
    "Ah, la libertad...la libertad sin tiempo, ni espacio, ni lógica. La libertad de vivir todas las vidas, de estar en todas partes, de recorrer las edades. ¿Qué dicen a esto los libertarios sin frontera?"

    Pero las cosas son como son. Esa es la pena de los Hombres Sensibles. La misma de los viajeros que no pueden volver atrás. Ellos no han nacido para viajar. Y sin embargo, ahí andan con la vida llena de extraños, ansiando la inmortalidad, solamente para poder regresar.
    Algunos tratan de no partir: amor...quédemonos aquí... Pero el que no parte también se queda solo.
    En Flores se suele contar la leyenda de Anton Raffo, quien según parece poseía el Secreto del Regreso. Mandeb y Jorge Allen llegaron a conocerlo. Es cierto que el hombre usaba en su conversación algunos giros inquietantes.
    - Ya voy a arreglar eso cuando sea un poco más joven.
    - He besado muchas veces a Mónica. Pero será mucho mejor cuando le dé el primer beso.
    - Ya estoy harto de nacer, caballeros.

    Los muchachos de Flores no pudieron indagar demasiado. Raffo desapareció y si es que posee el Secreto, tal vez ande en otros tiempos más prometedores.
    Aquí cabe una modesta reflexión. Aún cuando fuera posible volver al pasado, nada sería igual. Todos los actos de nuestra vida repetidos minuciosamente, serían distintos al estar ocurriendo por segunda vez. Esta diferencia es sustancial. Llevaríamos con nosotros la carga de la experiencia anterior. Nos estaría negada la ansiedad y la esperanza. ¿Con qué entusiasmo apostaríamos a las cartas que ya sabemos perdedoras? Alguien dirá: sería preciso borrar la memoria y volver al pasado sin recordar que ya lo vivimos. Respuesta: ¿de qué sirve volver si uno no sabe que vuelve? Para el caso es posible pensar que ahora mismo estamos viviendo por segunda o quinta vez la misma vida.
    Quien les escribe ha soñado muchas veces este episodio:
    Camino por la calle Urquiza, en Caseros. Soy como ahora, un grandulón melancólico. Pero descubro que no estoy en el presente sino en los primeros años de la decada del 50. Llego ante la casa que lleva el número 68 y toco el timbre. Al rato sale a recibirme un nene mugriento y deconfiado. Soy yo mismo. Abrazo emocionado al chico. Desde adentro oigo la voz del abuelo que pregunta:
    - ¿Quién es, Negro?
    Nunca he podido imaginar que algo mejor pudiera ocurrirme. Los funcionarios del paraíso no tendrán que ponerse en grandes gastos conmigo.
    El libro de aventuras del regreso sigue en blanco.
    Ni los Hombres Sensibles, ni los Pensadores del Eterno Retorno, ni muchos de nosotros -que a veces creemos volver- hemos podido dar un solo paso. Esto no nos impide ser dichosos algunas veces, a pesar de todo. Las personas decentes nos piden madurez y resignacion. Quieren que olvidemos nuestras trágicas ensoñaciones. Pero nosotros no queremos olvidar. Y el que olvide, jamás, jamás podrá ser nuestro amigo.
    Ni siquiera cuando volvamos a encontrarnos otra vez y para siempre.



de "Crónicas del Angel Gris", por Alejandro Dolina. Ilustración de Carlos Nine.

Extensiones

Seremos aves
en pleno vuelo,
sombras nocturnas
amandose a escondidas.

Sere tu regazo
en tus noches de soledad,
serás quien patee
las piedras de mi camino.

Somos magia, luz, vida,
una calesita de niños riendo.
Juntos lo somos todo
y todo lo podemos.

Cuando nos perdemos
nos convertimos en nada,
somos deshechos
de lo que alguna vez fuimos.

No puedo ya caminar sola
me haces mucha falta,
si no estas a mi lado
el mundo deja de girar.

Se vuelve gris, dejo de oir,
de ver, de percibir, de sentir.
Sin vos no soy nada,
mi vida se termina, no vibro, no rio.

Toda yo voy tras de ti
como buscando mi otra mitad,
mi otro pulmon
para poder respirar.

Te transformaste
en una extensión
de mi cuerpo,
en un organo vital.

Puedo vivir sin tus besos
sin tus caricias,
sin tus abrazos,
sin tu mirada.

Puedo vivir sin verte,
sin tenerte,
sin palparte,
sin poseerte.

Pero no puedo vivir
sin leerte,
sin percibirte,
sin sentirte,
ni un instante...

by Eleo

martes, 8 de febrero de 2011

¿Podrías amarme?


¿Podrías amarme,  retorciendo la distancia para acortar tu sufrimiento, estirando los espacios que se llenan en vacíos?


¿Podrías amarme, sin mirarte en mis futuros, desperdiciando mi presente en detalles de un pasado que parece nunca haber existido?


¿Podrías amarme, repitiendo lo vivido en el imaginario de lo que no pudo ser, acariciando eternamente el amor que nos tuvimos, el mismo que duro un instante?


by Nico Ruppel

Alegoría de la ausencia

La calle lo llama.
En la calle se salva.
Habla con la gente, sin sentirla.
Voces ajenas son sus amarras.
El barco de la locura
a duras penas,
anclado subsiste en la ensenada.


A pasos calmos regresa
la ausencia a su costado
incrustada.
Vuelve a la casa vacío;
vacío de ella, y de esperanza.

Cierra la puerta y queda solo.
Solo con el hueco que le legara.
En la alcoba lo aguarda un frío sólido.
Sólido, como de plata.
El sueño es ahora paraíso,
el recuerdo pena escarpada,
la almohada ¡qué abismo!
Doblez para su desgracia.

En los ángulos que la luz no irradia
asoman las uñas
de la estricta madrugada.

Regreso


Regreso al mundo, ya es tiempo 
de dejar de ver como 
los días se corren desbocados.
Dejar de esperar que esta ciudad
sucumba entre llamas mientras
tarareo una canción en un banco de la plaza.
No debo dejar que el viento de este tiempo gris
derrumbe las ilusiones construidas,
como tornado que arranca sin penas
un viejo árbol cansado.
Debo regresar al mundo, ya es tiempo.
Olvido las penas, las incertidumbres
que se enredan a mis sueños.
Iré veloz por las cornisas
del futuro azul que proyecto,
donde volveré a ser lo que siempre
fuí dentro mio y había olvidado.
Todo esto que hoy es gris,
duele menos si te pienso.
Algunas tardes trepo la rústica medianera
que está detrás de mi casa
para llegar hasta el tejado
y allá, dónde el cielo y la tierra se aman,
más allá del horizonte, está mi verdadero ser,
lo que es mio y voy a recuperar.
Y en ese instante, con todas las fuerzas
grito al otro lado del Atlántico,
grito que te amo con el sueño vano
de que el viento lo deposite en tus oídos.
cuando caiga la noche y te encuentre dormida.



by Martino Gentili.

Tu voz al aire

La última noche que hable contigo, creí estar muriendo en vida, creí sentir que el corazón se me partiría en mil pedazos, el llanto, la bronca, la ira, la impotencia de querer tenerte y ver que eras tan solo un imposible me desmorono.

No estaba segura de que forma iba a enfrentar cada mañana sabiendo que no te tendría. Los días empezaron a correr, al principio necesitaba de vos, algo...no se...necesitaba saber tus movimientos, con quien hablabas, a quien le comentabas o le ponías un simple "me gusta".

Te extrañaba, te deseaba, intensamente te amaba, o por lo menos eso creía...hoy, lo veo desde lejos... yo que vivo en un parque de diversiones, que corrí por todo ese parque con furia y me negaba a mirar hacia atrás, frene, baje de mi autito chocador cansada de chocar contra un muro, que no veía e intentaba derribar una y otra vez,, sin éxito.

Entonces logre ver lo que sufrí, lo que te extrañe... recordé las horas que pase entre mates hablando de vos...y me di cuenta que ya no hablaba,,,que los mates continuaban pero sin tu presencia,,,ya no eras el protagonista de mis charlas, y ya no dolía como creí que dolería.

Entonces recordé, esa noche que, con sabias palabras me dijiste: "vos no estas enamorada de mí, vos estas enamorada de vos misma y yo soy el reflejo de lo que vos queres ser..."y agregaste: "no me pongas en un pedestal, porque el día que me caiga será muy fuerte el golpe".

Mi estimado, hoy debo decirte que otra vez tenías razón, luego de mucho tiempo, como por arte de magia, esa que tiene "El Caleuche" y la radio, escuche tu voz, e increíblemente no me genero nada, no hubo emoción, no hubo nostalgia, no hubo deseo, fue solo una voz, como tantas otras, con la que no me identifique, a la que no reconocí, solo un sonido, el sentimiento no surgió, no hubo ganas de... ,no hubo nada, de lo que creía que sentiría.

Debo reconocer que eres sabio, pues supiste anticipar lo que me pasaría. Me proyecte en vos, te puse en un lugar que no te correspondía.

Hoy entiendo que lo que creí sentir por vos, solo era lo que siento por mí.

by Eleo

lunes, 7 de febrero de 2011

Poesía

Las letras se despliegan por el espacio 
a través del sonido que generan las palabras,,, 
y esa armonia infinita de maravillosos colores, 
es la poesia,,, 
que viaja infinitamente a través del universo 
con rumbo desconocido 
y en algún momento 
cae en el corazón de alguien 
a quien le llega profundamente y lo emociona.


by Eleo