La noche trae un silencio que me invita a hablarte,
y sé que tu también estarás recordando,
las horas dulces de este amor extraño.
Y aunque la vida no nos una nunca,
y estemos, porque es preciso, siempre separados
no podrás olvidarme porque yo no lo creo,
y tu eres lo que yo creo.
Es inútil que trates de alejarme de tu vida,
de esa madrugada de otoño en que nos conocimos,
y de esa noche de invierno,
en la que por primera vez nos vimos,y dejaste regado en mi boca un rosario de besos.
De tu vida entera soy la única dueña,
más dueña que tu mismo...te hago hacer cosas que jamás imaginaste
y tu cerebro no responde a tu razón,aunque hagas cálculos infinitos,
el resultado siempre voy a ser "Yo".Me veras como tu duende de amor
y seré ese ángel que pasa fugaz por tus madrugadas.
Condenarme al olvido sería inútil quimera,
como el sol en los ríos, mi alma va por tus venas,
y tu amor que fue mi vida aunque tu no lo creas,
vivirá mientras vivas, vivirá cuando mueras.
No podrás olvidarme, me amaras en secreto
no es preciso que me hables para yo entenderlo,
porque siempre al mirarte, me dirá tu silencio
que otra vez quieres darme un rosario de besos.
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