Hoy pense que era un buen momento
para la introspección.
Cambios en mi vida se aproximabana pasos agigantados y,
aunque no podia verlos,
sabía que llegarían
de un momento a otro.
Quería alejarme.
Si pudiera hubiera ido a Retiro
a comprarme un boleto del primer micro que saliera con rumbo al norte argentino, pasando por Bolivia, disfrutando a los pintorescos coyas, hasta llegar al sagrado Machu Pichu para elevarme y desaparecer como los Mayas.
Pero tengo muchas cosas que hacer, compromisos ya asumidos que no los puedo dejar de lado.
A veces las obligaciones pesan mucho más que los deseos.
Sin embargo, el tiempo me ha enseñado que hay muchas formas de desaparecer.
Y yo lo que necesito en este momento es eso: desaparecer.
Primero lo pense. Después lo medite.
En meses, quizás en años, nunca había hablado tan seguido conmigo misma.
Pase un par de meses, en una peligrosa burbuja que me atrapo y me separo del mundo.
Estando muy lejos de esa burbuja y de todos, aprendi a ser independiente y a resolver los problemas sin la ayuda de nadie más.
Sabía que de ese viaje había vuelto siendo otra.
He decidido desaparecer y romper esa burbuja que me tiene prisionera y eso es lo que voy a poner en práctica a partir de este mismísimo momento.
Pasare a ser un recuerdo, una voz, una imagen borrosa que a medida que pase el tiempo, va a hacerse cada vez más indistinguible.
Y vos para mi pasaras a ser lo mismo.
Se que al principio va a doler, que va a hacerse difícil decir “no” o simplemente huir a las preguntas.
Sere un fantasma que a veces decidirá aparecer, pero cada vez menos…y menos… y menos… hasta convertirse en esa imagen borrosa.
Se también que el destino es caprichoso y que corro el riesgo de que algún día nos veamos o nos crucemos por la calle y que esa imagen borrosa se actualice en un instante.
Pero no me preocupa. Volveria a desaparecer, una y otra vez y las que fuesen necesarias.
No es tan difícil. Otros lo han hecho antes que yo, y la vida sigue, incluso vos, al punto tal que se endurecio tu corazón y no solo perdiste tu capacidad de amar, sino que te dedicas a hacersela perder a los demás.
Se que los rumbos son inciertos pero que siempre al final, hay cosas buenas.
A veces es mejor romper para poder seguir adelante.
Romper con una, dos, tres, diez o mil personas.
Alejarse de la escena y ser una simple espectadora.
O no serlo. O no ser nada. O ser quién debe ser.
Tomarme un tiempo y pensar qué cosas me hacen bien y cuáles no, qué cosas están bien ubicadas en mi vida y cuáles sobran.
Ya he empezado con ese proceso y me he llevado unas cuantas sorpresas en el camino.
De nuevo: a veces es mejor romper para poder seguir adelante.
“Los comienzos son difíciles y los finales casi siempre tristes pero lo mejor está en el medio y hay que tenerlo en cuenta en los comienzos”.
by Eleo
No hay comentarios:
Publicar un comentario