esas verdades que callamos,
encontramos esas voces
que nos hablan de aquello que ocultamos,
eso que adrede dejamos olvidado en el inconsciente.
Tormentos, verguenzas, miedos, frustraciones, rencores,
fantasmas del alma que quieren gritar y no pueden,
viven encadenados a nuestras miserias,
en lo más profundo de nuestras almas,
anclados en el dolor de lo inevitable.
Nos atormentan buscando una salida que jamás encuentran.
Tironean, tironean, buscando quizás la respuesta,
que los libere, que los consuele...
que los redima y los eleve, lejos de la densidad.
Es en ese momento cuando el espejo,
nos devuelve lo peor de nosotros,
lo que ningún maquillaje puede tapar,
lo que ningún perfume puede impregnar,
lo que toda la vida nos va a acompañar,
eso de lo que no nos podemos desprender,
que no podemos regalar, ni vender.
Solo nos queda enfrentarlos para doblegarlos,
mimarlos; amigarnos con ellos; integrarlos;
entenderlos y porque no amarlos,
aceptar que son una parte nuestra,
que no gusta, pero nuestra.
Quizás así, solo quizás,
logremos callarlos...
by Eleo
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