Le escribo a los umbrales de mi conciencia,
allí donde se guardan los secretos más ocultos,
escribo con la pluma de la ausencia,
al vacío absoluto que significa la nada misma.
Al libre albedrío de mil melancolías,
al destino incierto de los sinsabores,
al lánguido recuerdo de lo que fui.
Le escribo al callejón sin salida del olvido,
al sueño profundo que nunca más despertó,
al letargo eterno de los silencios que aturden,
a esas nostalgias que invernan en la emoción.
Le escribo a los confines de mi existencia,
esos que ostentan juglares de pasión,
en donde todo es posible si se desea,
desde lo más profundo del corazón.
Le escribo a las intenciones que florecen,
allí donde se conjuga mi actitud,
con el pasado, presente, futuro,
esa línea de tiempo soy yo.
Allí donde mi luna y mi sol,
forman el eclipse de mi yo interior,
revelando el mito de mis cavernas subyacentes,
donde busco incansable los sinfines de mi razón,
el paradigma tan anhelado de lo que soy,
una copia absurda quizás, de eso que llamamos Dios.
© by Eleo
21/05/2012
allí donde se guardan los secretos más ocultos,
escribo con la pluma de la ausencia,
al vacío absoluto que significa la nada misma.
Al libre albedrío de mil melancolías,
al destino incierto de los sinsabores,
al lánguido recuerdo de lo que fui.
Le escribo al callejón sin salida del olvido,
al sueño profundo que nunca más despertó,
al letargo eterno de los silencios que aturden,
a esas nostalgias que invernan en la emoción.
Le escribo a los confines de mi existencia,
esos que ostentan juglares de pasión,
en donde todo es posible si se desea,
desde lo más profundo del corazón.
Le escribo a las intenciones que florecen,
allí donde se conjuga mi actitud,
con el pasado, presente, futuro,
esa línea de tiempo soy yo.
Allí donde mi luna y mi sol,
forman el eclipse de mi yo interior,
revelando el mito de mis cavernas subyacentes,
donde busco incansable los sinfines de mi razón,
el paradigma tan anhelado de lo que soy,
una copia absurda quizás, de eso que llamamos Dios.
© by Eleo
21/05/2012