de Eleonora Valentini

de Eleonora Valentini

BIENVENIDOS A BORDO

Bienvenido a mi universo interior para quien encuentre en él un pedacito del suyo.


Me deleita desear el mejor viento solar. En este saludar late un venerar a la pulsión de poesía que arde en el viento del sol y un mensaje de fuerza, energía e infinita esperanza.


"Que el viento solar sople siempre en tu camino"

jueves, 28 de mayo de 2015

A mi otra parte...


Resulta ser, que los sueños 
sólo se hacen realidad 
cuando tomamos la determinación 
de llevarlos a cabo 
y de creer que "lo merecemos". 

Resulta ser, que la desdicha 
quiso amedrentar mis anhelos, 
pero cuando me detengo a observar, 
te veo ahí parado mirándome desde lejos... 
Y siento que todo lo puedo contigo. 

Resulta ser, que a veces 
nos salimos del camino 
y todo parece confuso.
Se siente tanto temor 
que sólo atinamos a huir.
Pero cuando me encuentro 
de nuevo en tu mirada, 
cuando me veo reflejada en tu corazón 
y tus palabras me llegan a través del viento;
la confianza y la calma vuelven a mí. 

Resulta ser, que en ese momento 
reconozco de inmediato mi lugar.
Que la angustia y la tristeza, 
aparecen para enseñarme 
que eres el antídoto a mi dolor.

Tu palabra es la fe que me arma de valor.

© by Eleo
Ilustración: Kukula

jueves, 21 de mayo de 2015

A quien corresponda...


No pretendas adueñarte del tiempo,
hipotecando tu vida con tal de no perderlo.
El tiempo es de todos y a la vez de nadie;
"Una paradoja no se puede poseer".

No te dejes devorar por la vorágine,
de aquello que se diluye ante tus ojos
y no puedes retener.

Eso es acumular frustraciones y fracasos,
sumando años inútiles
que transcurren ajenos a tu verdad.

El verdadero tiempo
transcurre en tu interior.

Detente un instante
e intenta escuchar si tu corazón
además de latir está feliz.

Que los tiempos "urgentes"
sean tuyos y no de los demás.

Si vas a correr qué sólo sea por tus sueños.


© by Eleo
21/05/2015
Ilustración: Caia Koopman

sábado, 9 de mayo de 2015

Harapos

Ella callaba silencios que quería gritar,
abrumadores pensamientos 
que se revelaban y se sublevaban 
frente a una voluntad quebrantada 
que agitaba su bandera blanca
pidiendo piedad.

Ya no había resquicios de esperanzas,
los sueños ahogados en dolor 
agonizaban ebrios
en un callejón del alma.

Despojada de todo brío y lejos de vanidades, 
sus trivialidades se habían convertido en harapos.

Todo el glamour desaparecía,
cuando al entrar a su casa,
la recibían sus miserias
y la soledad le daba la bienvenida.

© by Eleo
09/05/2015

Ilustración: Caia Koopman

viernes, 8 de mayo de 2015

Nacer para morir

Es triste pensar que en algún momento ya no estaré, y que será un no estar para siempre. Será un nunca más a la existencia, de lo que no podemos tomar verdadera conciencia, porque al hacerlo, les juro, el corazón se te sale por la boca y comenzás a irte pero de manera consciente. No hay palabras para describir tal sensación... Es como si tu alma y tu aliento se fueran alejando mientras tu cuerpo permanece inmóvil, pero sin corazón. En fin, dicen que las sensaciones se hicieron para sentirlas, no para contarlas. Se irán olvidando mi voz y tendrán que verme en fotos para recordar mi cara, haciendo un gran esfuerzo para no olvidar mis gestos... Que tarde o temprano inevitablemente se van a diluir. Pero lo que más me atemoriza no es ir desapareciendo lentamente de las cabezas de quienes me amaron... Lo que más me atemoriza es olvidar a mis seres amados... Me da terror que pueda olvidarme de mi hijo y del amor que siento por él. Que quizá al cambiar de estado, los recuerdos se borren automáticamente y la mente quede en blanco. Miedo a olvidarme de quienes me han dado tanto y no ser agradecida por todo lo que me han enseñado; por aquello para lo que no tengo palabras sino sólo sensaciones, que llegan a mí, como luz de atardecer que no quiere sucumbir en el ocaso de una tarde de verano. Como esa sustancia que a veces te hace brillar los ojos. Ojalá pudiese abrazarte de tal forma que a la muerte no se le ocurriese separarnos. Yo entonces no dejaría de abrazarte ni un instante. Ojalá fuese el amor una excusa para la eternidad, pero lo cierto es que las cosas se acaban, y no podemos hacer nada para impedirlo; absolutamente nada. Pero hoy aún estoy aquí, aún me queda tiempo para escucharte, aún puedes contarme cómo fueron aquellos años de tu infancia, hablarme de tu soledad y cómo es necesitar a personas que se han ido, para poder enseñarte a no necesitarme.
©by Eleo
Ilustración: Takato Yamamoto

viernes, 1 de mayo de 2015

Hagamos de cuenta

Quiero que hagamos un pacto,donde el silencio sea el protagonista
y las palabras tan sólo queden escritas.
Déjame las llaves en la portería,
y espérame recostado en tu cama,
de espaldas a la puerta de tú habitación...
Ilumíname el camino con velas...
Cuando llegue hasta tí,
me desnudare, me meteré en tú cama,
y me recostare detrás tuyo en "cucharita"...
Sentirás el calor de mi cuerpo,
y mi tibio aliento respirando tu nuca.
Como un pequeño anticipo
de todo lo que te voy a respirar...
Te darás vuelta y nuestras bocas
quedaran enfrentadas por primera vez.
Tú podrás tocarme, pero no podrás mirarme...
Yo podré verte, pero no podre tocarte...
Sin embargo... Podremos besarnos como si fuera la última vez...
Luego me levantaré y me iré como si nada hubiese pasado,
nunca más hablaremos de esa noche...
Dejaré tus llaves en la portería...
Y haremos de cuenta que lo hemos soñado.


©by Eleo