El sonido de una pestaña

La noche nos da impunidad para imaginar lo que no nos atrevemos de día... Es como si en la oscuridad nadie pudiera ver nuestros pecados... Glamorosos y deliciosos pecados que pugnan por gritar su potencial orgásmico. Es en ese preciso instante cuando froto mis zonas erógenas y las convierto en una especie de Lámpara de Aladino, de donde sale un genio escultural a cumplir cada una de mis fantasías... Es en este contexto, donde amo navegar tus sombras y tus oscuridades, perderme en tus suburbios hasta quedar atrapada en los callejones del erotismo extremo, completamente indefensa a merced de tus bajos instintos... Quizás en un tren,,, hasta que el acto de amar se vuelva obsoleto... y deba reinventarme en cada uno de tus sentidos para nunca dejar de saberte exquisita. Deslumbra mi presente que ya es pasado,,,, llévame al tiempo del no tiempo, en ese espacio suspendido, aletargado... Donde las horas no pasan, las caricias se prolongan, los suspiros se vuelven eternos... Donde podríamos morirnos de emoción con tan sólo escuchar el sonido de una pestaña caer al suelo... Pon tu dedo sobre mi boca, y después de recorrerla húmeda, entre abierta, puedes irte si lo deseas... Juro que no intentare detenerte...

 © by Eleo - 23/08/2013