de Eleonora Valentini

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BIENVENIDOS A BORDO

Bienvenido a mi universo interior para quien encuentre en él un pedacito del suyo.


Me deleita desear el mejor viento solar. En este saludar late un venerar a la pulsión de poesía que arde en el viento del sol y un mensaje de fuerza, energía e infinita esperanza.


"Que el viento solar sople siempre en tu camino"

domingo, 29 de octubre de 2023

Eduardo Ferro: Un compositor crónico e inconformista, a quien Gustavo Cerati en sueños le dijo que debía componer una canción llamada Paraíso.

 Por Eleonora Valentini 

El músico y compositor abrió el debate sobre los temas “hiteros”. “Palito Ortega es uno de los que más plata cobra en SADAIC”, afirmó. Destacó el trabajo de María Becerra, habló de su relación con Hebe de Bonafini y de su admiración por Gustavo Cerati.
 
Eduardo Ferro es oriundo de la Zona Oeste del Gran Buenos Aires, artista joven destacado de Merlo. Músico, compositor, baterista, cantante y escritor. Su producción discográfica está conformada por 6 discos con temas de su autoría, mientras que su producción literaria está compuesta por 3 libros de poesías, que estuvo presentando en la Feria del Libro de la misma ciudad, donde también dio una conferencia sobre “Composición de poesía, música y prosa”. Ha participado de diversos congresos literarios y en las Maratónicas Literarias de Mar de Ajó, Mar del Plata y Córdoba. Obtuvo la Mención de honor de la editorial Pegaso y fue finalista destacado de reconocidas editoriales como Los Cuatro Vientos y Dunken.

A los 12 años vio una película que se llamaba “That Thing You Do!” (Eso que tú haces). Contaba la historia de una banda de música desde su creación. Como habían surgido, sus ensayos, sus giras, como transcurría la interna de sus integrantes, los diferentes lugares donde iban tocando, como iban viviendo de su música, hasta alcanzar el éxito. “Mmm que interesante trabajo”, pensó. A los 13 años apareció en su vida una banda que se llamaba Oasis, “Todo artista tiene alguien que lo marca, alguien que le hace un clic mentalmente, y uno dice es por acá. Esto me está despertando algo dentro mío que no conocía, no sé lo que es, pero me hace bien y quiero experimentarlo, quiero seguir haciéndolo”, nos expresa.

En ese momento comenzó a escuchar música inicialmente británica como los “Beatles”, “Oasis”, “The Birds” y “Blair”. Ahí comenzaron sus inicios como baterista. Formó una banda con amigos y empezaron a tocar en vivo los covers de temas conocidos que quería escuchar la gente.

Cuando tenía 19 años, se necesitó alguien que componga, le pasaron una guitarra y empezó en su casa con dos acordes, luego tres, cuatro, hasta lograr hacer una melodía en do, re, mi, fa, sol, la, si y ahí comenzó a rasguear estos acordes que recién conocía e incluirlos en melodías y composiciones personales.

Sus camaradas músicos querían seguir haciendo covers, pero Ferro ya se inclinaba por la composición propia y la banda se fue disolviendo. De a poquito se fueron diversificando en diferentes profesiones y si bien, él siguió con una profesión paralela, necesitaba interiormente explicar y comunicar lo que le estaba sucediendo; ya sea felicidad, angustia, algo abstracto, necesitaba sacarlo de dentro de su pecho, de su alma, de su aura y expresarlo al mundo en melodías y canciones. Ahí fue cuando empezó a editar su producción discográfica propia: siete discos de estudio con todos temas de su autoría.

“Cuando uno es solista tiene la impunidad y la tiranía de tomar todas las decisiones, cuando estás en una banda es una constante negociación de quien toca tal acorde, como va a ser el solo de guitarra, cuándo va a ser el puente, cómo va a ser la letra, acá sí, acá no. Está bueno estar dentro de una banda, pero hay una situación de constante negociación, caos y trifulcas. Cuando uno es solista tienes total impunidad para componer”, nos relata.

Sus primeras composiciones musicales fueron con la guitarra, melodías que pudo hacerlas canciones. Se las presentó a un grupo de conocidos a ver que pensaban, y la devolución fue que eran decentes, eso requería más trabajo de producción, de elaboración y ahí fue cuando acudió a un estudio musical con un ingeniero en sonido y productor para que lo asesorara. “Lo ideal es que cuando un técnico produzca con vos un disco, sea un músico completo. El técnico con el que grabé los primeros 4 discos era guitarrista, bajista, pianista solista y con él hicimos una buena conjunción. Yo le planteaba ideas que tenía en la mente y con él las plasmábamos en melodías, decidíamos si este tema llevaba cuerdas, violín, violonchelo, contrabajo, bajo, más guitarras eléctricas, más acústicas. Toda esa buena onda, ese buen feedback y buena comunicación que tenía con el productor músico, hizo que sean cinco los discos grabados con él, que ahora se están subiendo a Spotify”, nos explica.


Cuando inició con la composición musical, empezó componiendo melodía, “Para empezar a componer ya sea con guitarra o con piano necesitas conocer el instrumento, experimentarlo y que él te conozca a vos, que haya un feedback entre el instrumento y vos para que surja una melodía, algunos lo llaman ir a pescar, a veces vas a pescar y cae una canción y otras veces no”, nos expresa.


Todo lo que compuso fue sobre cosas vividas a partir de sus experiencias pasadas. Continuó componiendo canciones y después se expandió hacia la literatura, la poesía y la fotografía. “Siempre busco información, busco vivir nuevas sensaciones, busco experimentar lo que la vida me presente y lo que yo le puedo presentar a la vida. Siempre estoy en movimiento, en constante conexión para ver lo que me transmite una vivencia, un amor, un desamor, una alegría, una conversación, una mañana, una tarde, una buena experiencia, una mala, y en base a eso se genera en mí una emoción que puedo plasmar ya sea en una poesía, en la letra de una de una canción o en una melodía”, nos acota.

- ¿Podrías decir que compones con tus emociones?

- Hay una frase que dice: “Debo justificar lo que me hiere, soy poeta”. Generalmente el artista se nutre de esos polos de angustia que lo desgarran, que lo extasían en cause de sentimientos que lo hacen harapos en la frustración y de ahí se nutre mucho para componer, el poeta es conocido por eso, de ahí sale mucho material valioso. Sin embargo, siempre intento que las canciones de mi autoría, sean canciones que tengan un mensaje positivo, por más que hablen de un desamor o de algo malo, trato de que en algún momento de la letra se encuentre la cosa positiva. Más allá de todas las piedras que podemos encontrar en nuestro camino, va a estar todo bien, al fin y al cabo, está buenísimo estar vivo y vivir la vida, el aquí y el ahora.

- ¿Qué tipo de músico te consideras?

- Técnicamente un músico decente, un guitarrista mediocre, un buen baterista y un decente compositor. A veces uno puede estudiar, tener una excelente disciplina puede invertir en música o en un instrumento caro, pero llega un momento que llegas al límite de tus capacidades, no sé si llegué a mi techo, como músico creo que no, espero componer mejor y superarme, la esperanza no la pierdo, La exigencia es importante, así como la disciplina laboral, cumplir con las horas de ensayo es primordial para tener un buen producto artístico arriba del escenario. La exigencia te lleva a producir mejor. A veces sale a borbotones un torrente enorme de sentimientos que cuesta acomodar, pero al ser un tipo de 40 años y tener familia, mirás desde otro punto de vista. Se trata de hacer lo mejor posible para la gente que te va a ver. Si logras eso, que el público se quedé conforme Just Down, trabajo hecho.

- ¿Cómo definirías tu música?

- Una hoja de papel, una lapicera y sangre. Es un don y es una condena. Los artistas vemos lo que muchos miran, pero pocos ven, vemos cosas con un matiz diferente y sentimos más, eso a veces duele. Quizá por eso algunos son tan excéntricos. Hay personalidades como Pablo Picasso, Salvador Dalí, Alejandra Pizarnik o Alfonsina Storni que en su vida íntima tienen muchos demonios, muchas oscuridades que necesitaron salpicar en una hoja de papel o en una pintura. Son personas que pasan del otro lado del muro, como yo lo llamo, hacia lo no real, un lugar que desconocemos, a donde ellos tuvieron el privilegio de acceder. Personas que ahora son unos genios, pero en su momento fueron seres incomprendidos, sufridos y “locos”.

- ¿La música te salvó?
 
- Cómo te dije antes, la música es un don y una condena. Es un don porque la traes en los genes, la tenés grabada en tu ADN y eso es lo que te va a consagrar como artista si te esfuerzas y estudias, porque detrás de todo músico hay disciplina, hay inversión en plata, muchísima inversión en plata, no es subirse al escenario y ya está, es un trabajo como cualquier otro. Y es una condena porque no está remunerada como corresponde, uno va a tocar a un lugar en Av. Corrientes y te pagan un caché que no es el que corresponde, dado el esfuerzo, dedicación, estudio e inversión que uno le pone encima al proyecto artístico.

- ¿Cómo definirías el proceso creativo?

- El proceso de composición es un germen, esa idea que anuncia, aquello que aparece y en base a trabajo y esfuerzo empiezas a buscar la manera para que eso que encontraste o eso que pescaste, empiece a tomar forma y a perfeccionarse. Comienzas a laburar esa idea técnicamente, vocalmente, después vas a un estudio de grabación y con tus camaradas músicos y el productor que te asesora lo perfeccionas aún más.

- ¿Qué grupo o cantante de la historia te inspiró?

- Estoy a un millón de años luz de él, pero Gustavo Cerati sin ninguna duda. Fui al lugar donde descansa su cuerpo, apoyé mi mano sobre el nicho, me quedé un rato agradeciendo, estando en silencio sobre el lugar donde él duerme, mira el inconsciente mío, te estoy diciendo que duerme, y mi mano quedo con una energía particular; sentí calor durante diez minutos y diez minutos mi mano fría. Era una persona iluminada, exquisito guitarrista, precioso cantante, un compositor impecable, yo creo que el artista más completo de Latinoamérica. Creo que si hubiera sido anglosajón sería tan reconocido como Paul McCartney, John Lennon o Bob Dylan. Una vez mi madre me llamó por teléfono y me dijo: “Soñé con Gustavo Cerati, me dijo que vos hagas una canción que se llame Paraíso”.

- ¿Qué opinas de los llamados temas “hiteros”?

- Siempre hubo buena música y mala música. La música de moda dura un tiempo, pero siempre prevalece la buena música. Si uno hace buena música se va a destacar en el género musical que sea, por ejemplo, María Becerra en el reggaetón. Después los temas comerciales se pueden discutir, Palito Ortega es uno de los que en SADAIC más plata cobra y son temas “hiteros” que no son muy rebuscados técnicamente. Lo dice el mismo Palito que nunca fue un gran músico, un gran cantante, pero ahí están sus ganas su dedicación y su empeño de vivir de eso ya vaya si lo logró.


Los Beatles que para muchos son el ABC de la música, empezaron con canciones de amor y desamor, con melodías que no son tan difíciles técnicamente como “Loves me do”, que tiene pocos acordes, pocos tonos, pero resultó ser un temazo. Cuando haces una buena melodía por más simple que sea, si está acompañada de talento en la voz y una buena banda atrás, no puede andar mal. Después la cuestión de éxito o no éxito hay que ver para cada uno qué es éxito y qué no, si el éxito pasa por tener dinero y ser famoso, para algunos estará bien. Yo personalmente creo que el éxito pasa por visibilizar tu trabajo, nadie compone un éxito para guardarlo en un cajón, sino para compartirlo con el público y si se puede obtener un rédito económico a futuro genial, pero hoy en día un músico no puede vivir un 100 % de la música.
 
- ¿El contexto tan particular que estamos viviendo hoy en Argentina, condiciona tu trabajo?

- Ahora estoy bloqueado, pero en una época escribí una canción que se llama “Si Dios es como vos”, que habla de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, habla del hundimiento al Buque General Belgrano, de Malvinas, de Martin Luther King, de John Lennon, de Diego Maradona. Fue una canción que hice en un momento sociocultural económico de una época de mi vida cuando era mucho más joven, que creía en algo que era sano. La lucha de esas personas era inicialmente sana, pero luego fue corrompida por la política, el poder y el dinero, fue cuando todo se distorsionó y ya no tuve más ganas de cantarla. Por ejemplo, la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo es justificadísima y noble, yo a Hebe de Bonafini la conocí y la quise mucho porque su lucha inicial fue digna y justa. Después, quizá, aparece el poder y el dinero que oxida y termina distorsionando algo que era noble. Creo que es lo que está pasando en este momento en la sociedad argentina, empezamos a ver un Mesías que nos va a salvar. Me parece que debemos medirnos, resetearnos y replantearnos las cosas conversando sin fanatismo, sin populismo, tratando de buscar una salida.


- ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

- Hay nuevas fechas a confirmar de presentaciones en VIVO.  La discográfica DLB está subiendo un tema mío una vez por mes a Spotify. Y voy a entrar a grabar canciones que quedaron en el cajón de los recuerdos. Cuando sé que hay algo bueno y puede ser una buena pieza artística para compartir con la gente tengo que sacarlo, no lo puedo dejar en el cajón, imposible, no es mi forma de ser, yo soy osado.

A Eduardo Ferro siempre lo acompaña su guitarra y aunque diga que es una compañera pesada e incómoda de transportar, es su herramienta para pulir ese carbón que lleva dentro y convertirlo en un diamante. Dentro de sus composiciones musicales, encontró otra forma de componer poesía y la guitarra es su pluma. "Se trata de buscar el sustantivo leal, la melodía singular y desgarrarse en el cauce del sentimiento”, concluye el compositor.


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