de forma amigable
y caricaturesca
para no mostrar
sus tristezas.
Y entre tanta aspereza,
apareció ella,
altiva, soberbia,
fascinada por la tierra
y sus paisanos.
Amó su obra
y se entregó
a sus manos.
recorrieron
campos,
pernoctaron
en los ranchos.
El paisaje con sus gauchos
los abrazó,
la tierra los celebró.
entre el hombre
y el lugar,
parte de ese paisaje
costumbrista
que los deslumbró.
La Pampa los cobijó
y vivieron su gran amor.
Forjaron su destino
aunque nunca se fueron
del todo de Moreno,
dejaron huellas
por donde anduvieron
Elvirita y Florencio.
por Eleonora Valentini
30/10/2024
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