Nos alzamos como guardianes de las palabras, como portadores de historias que trascienden el tiempo y las fronteras. Nos convocamos para utilizar nuestros dones literarios en defensa de las mujeres que han sido víctimas de violencia, para ser su voz. Nuestra tarea, es impregnar las páginas en blanco con mensajes de esperanza y aliento, es contar historias que resuenen en el corazón de aquellos que ignoran su dolor.
El colectivo literario, unidos por la pluma y el deseo de un cambio, coloca sobre sus hombros la responsabilidad de llevar paz y consuelo a las mujeres que sufren. Nuestras palabras deben ser faros de luz en medio de la oscuridad, una antorcha de solidaridad que ilumine los caminos hacia la justicia y el respeto. Desde nuestras letras, podemos mostrar la fuerza y la resiliencia que habita en cada una de ellas, conectando desde la empatía para recordarles que no están solas.
Cada historia que narramos, cada personaje que creamos, debe tener la valentía de enfrentar la violencia de género y el coraje para superarla. Nuestras palabras deben transmitir un mensaje claro y potente, para que las mujeres tomen conciencia de que merecen vivir una vida libre de violencia, merecen ser respetadas en cada uno de sus derechos y merecen ocupar un lugar de igualdad en la sociedad.
En nuestras reflexiones y narrativas, debemos confrontar los patrones culturales y sociales que perpetúan la violencia de género. Debemos cuestionar las conductas machistas arraigadas en nuestra sociedad y desmantelar los estereotipos que limitan el potencial de las mujeres. Es en ese diálogo constante donde la escritura se convierte en una herramienta de transformación, capaz de desafiar las estructuras que sostienen la violencia machista.
Hoy, en este día especial, reafirmemos nuestro compromiso como escritores y escritoras con la eliminación de la violencia contra la mujer. Utilicemos nuestras palabras para dar voz a quienes han sido silenciadas, para dar esperanza a quienes han sido despojadas de ella, para recordarles que no están solas en esta lucha. Juntos, como colectivo literario, podemos construir un futuro en el cual la mujer sea enaltecida y respetada en su plenitud.
La erradicación de la violencia de género requiere el esfuerzo conjunto de toda la sociedad. No podemos voltear la mirada y dejar que este problema persista. Es tiempo de levantarnos, de alzar la voz y de escribir un nuevo capítulo en el libro de la historia, un capítulo en el cual la violencia contra la mujer sea solo un recuerdo oscuro y la igualdad de género sea una realidad sostenida por todos.
En cada palabra, en cada frase, en cada página que escribimos, tengamos presente el impacto que nuestras palabras pueden tener en la vida de quienes leen. Seamos puentes de los que no tienen voz, escudos de protección y altavoces de su valentía. En nuestra escritura está el poder de cambiar una historia y alentar un nuevo comienzo. La lucha continua, avancemos juntos hacia un futuro donde las mujeres vivan libres de violencia.
por Eleonora Valentini.
El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y se da inicio a los 16 días de activismo, que se extienden hasta el 10 de diciembre, el Día Internacional de los Derechos Humanos.
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