entonces analizo, saco conjeturas,
e intento llegar a una conclusión lógica
que me confirme y me reconfirme lo que sospecho.
Busco desesperadamente comprobar mis teorías en lo empírico
y caigo en el absurdo insoslayable
de exigir hechos que me das en otras formas,
que reconozco pero mi razón me hace dudar.
Quizá sólo sea entender,
que esa sospecha no proviene de la razón, sino del corazón.
Qué no es la consecuencia de un pensamiento, sino de un sentir.
Algo que me llega como una revelación divina.
Una atmósfera de ensueño
que recrea una escenografía de aguas cálidas
y danzantes que me acunan dulcemente
mientras me canta su canción favorita.
Si lo sentimos es real.
La razón casi nunca tiene razón.
En las sensaciones esta la certeza.
by Eleo
28/06/2015